Münich
- Natalia Hermoso Martínez
- 9 feb 2017
- 11 Min. de lectura
Buenas de nuevo amigos!!
En el anterior blog viajamos a Füssen una pequeña localidad al sur de Baviera y esta vez nos desplazamos a unos 130km al norte. Nuestro destino de hoy es Múnich la tercera ciudad más habitada de Alemania, sólo superada por Berlín y Hamburgo. Es la capital y la ciudad más grande de la región de Baviera.
Llegamos a Münich en tren desde Füssen y nos alojamos en un Hostel cercano a la estación. El lugar se llamaba A&O München Hauptbahnhof y por aquel entonces era barato, limpio y cómodo. Como todo Hostel, hay habitaciones de varias camas aunque nosotras dormimos en una de dos por lo que nos parecía directamente un hotel.
Allí sólo íbamos a estar tres días así que cogimos un mapa y vimos qué sitios podríamos visitar.
Nuestra primera parada iba a ser el centro de la ciudad iríamos directas a la Marienplatz. Recorriendo la calle Bayer nos dimos cuenta de al parecer estábamos en el barrio turco debido al estilo de tiendas, sobretodo restaurantes, y la gente que paseaba por la zona. Hoy en día creo, según veo por Google Maps, parece que se ha convertido más en un barrio chino.

La calle terminaba en la plaza de Karls donde podías ver el suelo lleno de vías. El uso del tranvía y la bicicleta eran muy superiores al uso del coche. Era más fácil morir por el atropello de estos vehículos que por el de un coche. De hecho las bicicletas parecían que tenían prioridad incluso ante coches y peatones. Hubo un momento que esperando en un paso de cebra un hombre iba leyendo un periódico y se pasó la acera por unos centímetros. Pasaba un tranvía y por suerte una persona tiró de su chaqueta para sacarle de la vía.
Ya sabes, si paseas por Múnich, mil ojos a ambos lados y sólo pisa la acera la cual no sea carril bici o estarás perdido.

La plaza de Karls parece uno de los sitios favoritos de la zona para descansar para alemanes y turistas. Allí hay una gran fuente donde los niños juegan cuando hace calor y rodeada por unos asientos de piedra donde sentarte y sentir el fresquito del agua en movimiento.
En una de las esquinas de la plaza, no pudimos evitar fijar nuestros ojos en una tienda en concreto. Se llama Oblestter y es una gran juguetería. Desde fuera ya parecía que prometía y desde dentro fue más impresionante. Juguetes de todas las clases y épocas.
Tras la fuente de la plaza, nos encontramos con una gran puerta estilo medieval como si fuese la entrada a un gran castillo o poblado.

Dicha entrada se llama Karlstor y es una de las antiguas puertas que protegían la ciudad. En un principio se llamó Neuhauser Tor pero en 1791 se renombró en honor a Carlos Teodoro, quien derribó las puertas para poder expandir la ciudad.
Tras cruzar la nos encontramos ya en el casco antiguo de la ciudad. La calle está llena de vida, de edificios antiguos, de estatuas y rincones curiosos. Todo ello convive en armonía con tiendas de marcas conocidas.


Nos metimos por una calle que nos llevaba hasta la Catedral de Nuestra Señora de Múnich. La catedral fue acabada de construir en 1494 aunque no se finalizó realmente hasta 1525 cuando se remataron las torres con cúpulas. Dichas cúpulas estuvieron inspiradas en la famosa Cúpula de la Roca de Jerusalén. Durante la Segunda Guerra Mundial el techo y una de las torres fueron destruidas. Se acabó de reconstruir en 1994.
Sus medidas son 109x40m y sus torres miden 99m.
En el interior de la catedral hay una huella en el suelo, la cual dicen que pertenece al diablo. Una de las teorías es que dejó su huella cuando entró a mofarse de que el edificio no tenía ventanas.
Frente a la catedral nos encontramos otra de sus originales fuentes donde la gente descansaba y hacía el resto de planes del día.

Volviendo a la calle principal y a pocos metros de la catedral, estaba situada por fin la plaza Marien donde justo ese primer día que llegamos al parecer estaban de fiesta. Había unas tarimas con un travesti cantando, la música alta y la fiesta del orgullo gay a tope. La gente se divertía portase o no la bandera del arcoiris. El evento era algo curioso pero no nos dejó disfrutar de la plaza ni de la fachada del famoso ayuntamiento en su esplendor.
A la mañana siguiente fuimos directas a la plaza para contemplar el famoso reloj de cuco el cual muestra sus figuras en movimiento a las 11 y 12 de la mañana y a las 5 y 9 de la tarde.
Aquí os dejo un vídeo que he encontrado en youtube para que podáis observar por qué es uno de los puntos a visitar por todo turista.
El la plaza hay dos ayuntamientos, el antiguo y el nuevo. El antiguo fue construido entre 1470 y 1480. Aún conserva su estilo gótico-medieval aunque ha tenido numerosas remodelaciones.
Su torre de 55m alberga hoy en día el Museo de los juguetes los cuales cuentan su propia historia desde principios del s.XIX.
El Nuevo Ayuntamiento fue construido entre el 1867 y 1908 de estilo gótico muy recargado. Es uno de los edificios más representativos de la ciudad además de grandes. Tiene una longitud de 100m que albergan 400 dependencias y su torre mide 85m.
Su reloj de cuco realiza la "Danza de Cooper" siguiendo la melodía que conmemoró el acto que se realizó tras el fin de La Peste en 1517.

En la plaza nos podemos encontrar con la columna de Santa María la cual fue erigida el año en el que consiguieron finalizar la invasión Sueca (1638). La figura que corona la columna es la Virgen María rodeada de cuatro ángeles simbolizando la victoria ante La Peste, las guerras, la herejía y el hambre.
Además nos encontramos con la fuente Fischbrunnen la cual fue construida en 1864 y reconstruida tras el fin de la II Guerra Mundial. Rematada con curioso pez globo que llama la atención de todos los visitantes.
Mi hermana me sugirió subir a la torre de una iglesia cercana para poder ver las vistas de la ciudad. Me advirtió de que costaría dinero y de que subiríamos muchas escaleras pero eso no era motivo para quedarnos sentadas, así que nos dirigimos hacia la iglesia de St, Peter a apenas unos metros de la plaza.
El precio no era muy caro, lo que sí fueron caros los escalones y las cabezas que se podían quedar por el camino. Al principio los escalones de la torre eran normales, en fin, una escalera normal. Pero luego se fue transformando en una escalera de madera más estrecha, y luego más estrecha y de madera más roída. Y más estrecha y más bajito el techo de la escalera de arriba. Así hasta que tenías que agachar la cabeza para no darte, mientras tenías el miedo de que todas esas maderas se vinieran abajo. Pero al final y tras varios minutos obtuvimos nuestra recompensa, esas maravillosas vistas.
Cuando bajamos de la torre nos dirigimos de nuevo al Ayuntamiento Nuevo para meternos en su patio interior. Desde allí se puede ver cuan impresionante es su arquitectura.
Al salir de allí quisimos hacer una parada en uno de sus museos más famosos, el Residenz. Dicho museo en su origen fue el antiguo Palacio Real de Múnich, así que es inevitable no entrar para poder admirar sus maravillosas dependencias a parte de los objetos y joyas que formaron parte de la realeza.

Viendo el palacio puedes disfrutar de varios estilos, el Renacimiento tardío, el Barroco, Rococó y Clasicismo. Esto se debe a que el edificio se empezase a construir en el 1385 y finalizase en el 1617. Por desgracia fue destruido casi por completo durante la II Guerra Mundial, aunque finalmente se volviera a alzar de nuevo gracias a los fondos del Plan Marshall.
La colección que contiene el museo abarca 1000 años de historia, desde la Edad Media hasta el Clasicismo.
El año que nosotras fuimos, en la entrada del palacio había un obelisco aunque creo que hoy en día ya no está y no sé los motivos. Aún así os dejo una foto para ver su belleza y el contraste entre culturas.

El museo era tan grande e impresionante que te podrías tirar horas y horas y no acabar de ver todos los detalles que contiene.
Justo detrás del Residenz en la plaza de Max Joseph, pudimos ver desde fuera la Academia de Bellas Artes, el Teatro Residez y el Teatro Nacional.
A un lado del Residenz pudimos ver la fachada de la logia Feldherrnhalle y entramos en la Iglesia de los Teatinos y San Cayetano. Dicha iglesia fue construida entre 1663 y 1690.
Frente al Residez nos encontramos con el parque Hofgarten donde en su justo centro se sitúa el Templo de Diana. A un lado del parque estaba el edificio de la Cancillería del Estado de Baviera.
A pocos metros de la Cancillería comenzaba el Jardín Inglés, nuestra última parada y uno de mis lugares favoritos de Múnich. El parque tiene una extensión de 400 hectáreas y es incluso más grande que el Central Park de Nueva York o el Hide Park de Londres. Le pusieron ese nombre ya que el diseñador se inspiró en los jardines ingleses.
El parque tiene grandes explanadas y paseando por allí nos metíamos en medio de jugadores de Frisbee los cuales ni si quiera llegábamos a ver de lo lejos que se ponían gracias al espacio que disponían.

Frente a una de esas explanadas se alzaba una colina rematada por un monóptero y desde allí se podía ver gran parte del parque.
Justo en ese punto empezamos a escuchar jaleo y al bajar de nuevo por otro lado de la colina vimos como unos caribeños jugaban a Softball. Justo en ese instante nos dimos cuenta de la tranquilidad, y el bajo nivel de decibelios con el que se comunican los alemanes. Mi expresión fue, "Latinos tenían que ser". Lo que me hizo gracia ya que claramente nos expresamos a un volumen mucho más alto y alegre que en países del norte.
Una de las cosas que más me fascinó además por el hecho de ser atleta, era que encontramos en medio del parque una pista de Atletismo. Algo que me hizo soñar con quedarme allí a vivir.

Otra de las cosas curiosas que nos encontramos en medio del parque era un restaurante con forma de templo chino.

Y por último vimos lo más raro que jamás habíamos visto antes. En un río artificial creado dentro del parque nos encontramos surfistas cabalgando las olas que se creaban artificialmente. Había una larga cola de jóvenes intentando disfrutar del Río Helado tratando de aguantar el mayor número de segundos sobre sus tablas.
El parque era tan grande que además abarcaba un lago, pistas de tenis, un campo de fútbol. de rugby e incluso un pequeño anfiteatro.
Hasta ahí llegó nuestra paliza de día, cansadas llegamos al hotel pero con una sonrisa por haber disfrutado de todo lo que visitamos.
Al día siguiente al estar cansadas quisimos dar una vuelta por el barrio para ver si encontrábamos algo interesante y así guardar fuerzas para el paseo que nos daríamos por la tarde rumbo al Palacio de Nymphenburg,
Muy cerca de nuestro hostel, se encontraba la zona donde se organizan eventos y festivales sobretodo el famoso Oktoberfest. No nos acercamos porque no íbamos a encontrar nada. Así que lo único que vimos por el barrio fue una iglesia.

Por la tarde fuimos rumbo al palacio de Nymphenburg, uno de los puntos que no te puedes perder si vas Múnich. Fuimos caminando para ver qué cosas descubríamos por el camino. Lo único interesante fue pasar por delante de la sede principal de Mercedes-Benz, una alta torre y llamativa que destaca sobre el resto de edificios y casas bajas. Cerca de ese punto y tras llevar unos 15' andando, mi hermana volvió a sacar el mapa para ver por dónde iríamos y cuánto nos quedaría. Entonces una anciana que iba a entrar a su casa nos paró y nos preguntó si necesitábamos ayuda. Mi hermana le preguntó cómo se llegaba al palacio y ella nos respondió sorprendentemente en medio inglés, medio italiano. Debía ser que aquella amable mujer creería que éramos italianas. Al final la entendimos por señas y entendimos un "Quinse-veinte minutis" Italoespañol recién inventado por la señora.
Llegamos al sitio gracias al mapa y a la amable anciana pero nos echamos a reír al ver que esos 15-20 "minutis" se transformaron en ¡¡45'!! Y nos imaginamos a la anciana curvada con sus bolsas de la compra en las manos corriendo hacia el palacio para poder llegar en el tiempo que ella estimaba. Así que tras llegar nos dimos cuenta de que llevábamos una hora andando, normal que cuando entramo nos quedamos sin energías par poder visitar toda su extensión.

El palacio se empezó a crear en 1664 por encargo de Fernando y Enriqueta unos duques de Baviera. Enriqueta Adelaida de Saboya además fue la encargada de introducir el arte Barroco en Baviera al ser una gran promotora del arte y la arquitectura.
El pabellón central del palacio fue terminado en 1675 pero más adelante en 1701, su hijo Maximiliano II pidió crear ampliaciones del palacio. Más tarde comenzó a ser la residencia de verano de los gobernantes de Baviera. Y el famoso rey Luis II (el habitante del castillo de Neuschwastein) nació en este palacio en 1845.

Según entramos al palacio, nos quedamos con la boca abierta al ver sus magníficos techos, columnas, suelos, frescos,... todo de estilo barroco, neoclásico y rococó donde destacaba el color blanco impecable de sus paredes, con el colorido de sus dibujos y el pan de oro que remata cada decoración.
Viendo el edificio por dentro me daban ganas de haber vivido allí en esa época y más aún cuando salimos a su "jardincito".
Su inmenso jardín era una mezcla entre muy cuidado con bosque salvaje. Lo que te daba ganas de perderte entre sus árboles y tumbarte a leer perdiendo la noción de las horas.
Lo bonito del lugar era sentirse en la naturaleza pero dentro de una ciudad. No había ningún ruido de ciudad, en cambio podías escuchar perfectamente el sonido de los pájaros o el de los cisnes que a modo de mascotas se adueñaban del lago y la hierba del palacio.
Nada más salir al jardín, a la derecha te encuentras un gran invernadero. Nosotras rodeamos el lago y cruzamos por el puente para poder pasear bajo una gran arboleda y así ver qué nos encontraríamos.

Y allí nos encontramos un edificio llamado Amalienburg. Era un edificio de caza creado entre el 1734 y 1739 para guardar escopetas y perros de caza.
Por todo el parque hay diferentes tipos de fuentes casi todas adornadas por estatuas de niños y peces.
El lugar es un sitio muy agradable donde pasar el día tranquilamente o para hacer deporte. Sobretodo es un sitio para disfrutar con la familia y para que disfruten los niños sobretodo.

Antes de marcharnos de allí, le pregunté a mi hermana si estaba muy lejos el estadio olímpico ya que me hacía ilusión ir allí. Sobretodo por el hecho de que el director del club donde entreno compitió allí como Olímpico en los negros Juegos del '72. Mi hermana me dijo que había que coger el metro y estaba a bastantes paradas, así que decidimos por nuestro cansancio coger el tranvía rumbo a nuestro barrio de nuevo.
Curiosidades del lugar:

Cuando salimos del aeropuerto y cogimos el tren dirección a Füssen, nos metimos en un tren en el que dependiendo en qué vagón te pusieras ibas a un lado u otro. Los carteles en alemán nos avisaban de que en un punto determinado del trayecto, el tren se dividía en dos. No entendíamos cuál era la parte en la que debíamos estar, y mi hermana repasó el diccionario rápidamente para saber si teníamos que estar en la cabeza o en la cola. Como seguíamos sin saberlo a ciencia cierta, nos quedamos de pie con las maletas esperando llegar al punto de división y ver que dirección ponía en el letrero de nuestro vagón.
Como ya nos dimos cuenta en el English Park, los alemanes son muy silenciosos, tranquilos, limpios, educados y ordenados, al menos en su propio país. Claramente de fiesta por España se desmadran.
Su respeto por la cultura es increíble y más impresionante es ver cómo se han podido reponer de una de las peores guerras de su historia, reconstruyendo desde los cimientos sus edificios más significativos.
El gusto por la cerveza es tal que no encontrarás jarras más exclusivas que en esta zona. Si vas tienes como deber traerte una de ellas. ¿Te interesa esta de casi un metro de 1650€? El trabajo y el arte que le dedican a sus jarras es muy valioso.
Quiero darle las gracias a mi hermana Sara por preparar todo el viaje, ya que sin ella jamás hubiese ido a los sitios que me hizo descubrir. Espero que guíes a mi sobrino por su vida al menos tan bien como lo hiciste conmigo por un país extraño.
Y hasta aquí nuestro viaje por Münich y finalizando así también los tres post sobre Alemania.
Próxima parada Tartu en Estonia a 1500km de Múnich.
Espero que sigas viajando con Alane ;)
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