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São Miguel

  • Foto del escritor: Natalia Hermoso Martínez
    Natalia Hermoso Martínez
  • 15 sept 2019
  • 14 Min. de lectura

Buenas de nuevo amigos!!


En el anterior blog viajamos a la Capadocia, la exótica región de Turquía. Esta vez nos cogemos el avión, recorremos algo más de 5.000km y viajamos hasta la isla de São Miguel en las Azores de Portugal. Las Azores están formadas por 9 islas en medio de océano Atlántico a medio camino entre la Península Ibérica y Estados Unidos. En concreto vamos a visitar a continuación, la isla de São Miguel. Esta isla también llamada "Isla verde" por sus grandes extensiones de pradera verde, es la mayor isla del archipiélago de las Azores y también la más poblada. En ella se encuentra la capital de la región (Ponta Delgada).

Con una superficie de 746,82 km², mide 65 km de este a oeste y su anchura oscila entre 8 y 16 km. Cuenta con una población de aproximadamente 130.000 habitantes. [Datos Wikipedia].

(Imagen sacada de Google).


Desde Oporto cogemos un avión hasta el aeropuerto de Ponta Delgada, Joao Paulo II de São Miguel. En este mismo aeropuerto puedes alquilar un coche en una de sus varias compañías. Recomendable alquilarlo previamente por internet ya que allí hay colas para pedir uno. El aeropuerto es pequeño y llegan varios vuelos a la vez por lo que mucha gente quiere alquilar uno. Nosotros lo hicimos con la compañía Ilha Verde y recomiendo adquirir un suv para las excursiones por montaña.

Nos alojamos en el Aparta-Hotel Antilla, a diez minutos del centro del distrito de Ponta Delgada. La calle y entrada de este lugar te hacen dudar de que exista ahí un hotel de cuatro estrellas. Y es que las calles y casas de la zona parecen dejadas y antiguas. En cambio, tras pasar el túnel de entrada al hotel, la cosa cambia bastante. Choca la dejadez de ciertas partes de la ciudad con arte repentino en las cosas que la rodea, creándose una belleza peculiar.

Este pueblo pesquero está formado por casas de los s.XVII a XIX. Lo más llamativo de su estilo arquitectónico es el predominio del negro y blanco. Las carreteras son empedradas con piedras basálticas negras al estilo típico portugués.

Su puerto suele recibir visitas de barcos y sobre todo de cruceros transatlánticos los cuales dejan bajar a sus tripulantes a conocer esta bella isla. Por lo que es normal que un día de te despiertes con la voz del capitán del barco amplificada por 1.000 (como si Dios te hablara) y con una fiesta de luces y colores de una pantalla enorme.

En este puerto verás como la gente se baña en el mar a modo de piscina, hacen deporte acuáticos, deja sus veleros mientras realizan su ruta por el Atlántico, etc. Encontrarás diversos sitios donde comer o empresas que organizan excursiones como la de Futurismo. Esta isla y empresas como esta te dan la oportunidad, entre otros, de:

- Observar delfines y ballenas.

- Nadar con delfines.

- Paseos en bici.

- Montar en kayak o stand up paddle.

- Paseos guiados por la naturaleza.

- Paseos en Jeep.

Junto al puerto se encuentra el fuerte renacentista de Sao Bras, el cual se creó en 1552 y actualmente es un museo militar. No entré pero desde fuera se podía ver un cañón típico de la época y las flores que pronosticaban el carácter isleño.

La ciudad de Ponta Delgada no es muy grande y su encanto reside en su tranquilidad y la belleza de sus calles, edificios y monumentos como se puede observar en las siguientes fotografías.

Cerca del centro de la ciudad, puedes visitar el jardín botánico Antonio Borges en el cual puedes disfrutar soñando con un pasado de fuertes y piratas en un entorno exótico.

Si te da hambre paseando por la ciudad, uno de sus sitios más conocidos es "A tasca". No es un sitio muy grande y está muy solicitado, por lo que puede que a veces, sobre todo para cenar, necesites reservar. Es muy buen sitio para disfrutar de la gastronomía típica de Portugal y de la isla en concreto.

Pan de ajo con mantequilla.

Lapas con sabor a limón.

Pescado con sésamo, verduras y hortalizas.

Olla de pescado y mariscos.

Olla de pan con sopa de marisco.

Como buena isla que se precie dispondrá al menos de alguna buena playa. Al lado de Ponta Delgada se encuentra el distrito de Sao Roque y en el puedes encontrar dos playas, una más pequeña que se llama de la misma forma que el distrito y una más extensa llamada Milicias.

Las dos están separadas por la iglesia de Sao Roque, por lo que si la divisas según vayas por la carretera de la costa, eso significará que ya estás cerca.

Las siguientes fotos son de la playa de Milicias. Como puedes ver ese día hacía un fuerte oleaje, la locura de cualquier amante del surf o del kait.


Si el tiempo no te acompaña por el sur, prueba a cruzar las montañas e irte a la cara norte. Quizás tengas más suerte y descubras alguna pequeña y tranquila playa como la de Dos Mohinos.


Cerca también está la cala de Areia en el pueblo de Maia.

Una playa que tiene muy buena pinta es la de Monte Verde en la ciudad norteña de Ribeira Grande, pero no la pude ver por mal tiempo. De hecho el único sitio que visité fue un restaurante llamado Alabote donde nos sirvieron buena comida estilo portugués. Además dispone de unas muy buenas vistas al mar y si no hubiera estado lloviendo, hubiera sido una buena velada.


Y tras esto, vamos a conocer la verdadera belleza de la isla con sus sitios más conocidos y sus rincones más escondidos, por lo que tendremos que alejarnos de nuevo del distrito de Ponta Delgada con el coche.

Comenzaremos nuestra ruta tirando hacia el oeste visitando varios de los lagos que caracterizan la isla. Estos lagos están formados por los tres principales estratovolcanes, Sete Cidades, Fogo y Furnas. Según ponemos rumbo hacia Sete Cidades, lo primero que encontramos es el acueducto Do Carvao. Está a pie de carretera con lo cual se ve perfectamente.


Si no dispones de un suv, todo terreno, de un coche con buena potencia o si no te atreves con las cuestas empinadas, te recomiendo que dejes el coche en esta zona y que subas andando a los lagos Empadadas que están justo en frente del acueducto.

Casi todos los lagos se esconden en conos volcánicos, por lo que desde fuera puedes ver montañas de vegetación y en su centro descubrir mayor belleza.

Si continuamos nuestra ruta, a pocos metros encontramos el lago Canary. Este es más pequeño pero el corto camino entre la carretera y el lago es místico, sobre todo entre la niebla que nos encontramos el primer día. Al día siguiente que fuimos para verlo mejor, se perdió el encanto misterioso que le daba la niebla.


El último lago que visitamos en la parte oeste, es el más grande de toda la isla porque además está formado por dos lagos en realidad, el lago azul (el de la izquierda) y el lago verde (el de la derecha) separados por un puente que nos lleva al pueblo de Sete Cidades (en el centro). Justo antes de bajar a la caldera de este estratovolcán, tienes un mirador desde el cual divisar toda la caldera.

También lo vimos con niebla pero esta vez no ganaba hermosura, si no que se perdían por completo las buenas vistas del mirador.

Lo bonito de estos lagos, es darse una vuelta en coche a su alrededor y disfrutar por ejemplo de la tranquilidad de la naturaleza en el Jardín del Lago Azul.

Nada más cruzar el puente, te encontrarás con Sete Cidades. Es una pequeña población de menos de 900 habitantes. No tiene nada interesante pero puedes aprovechar para hacer una paradita a tomarte un café mientras continúas tu ruta hacia la costa oeste.

Nuestro objetivo de poner rumbo hacia el oeste, es conocer el pueblo costero de Mosteiros y bañarnos en el mar en Ponta da Ferraira. La característica de ambos es el hecho de poder bañarte en sus piscinas naturales abiertas al mar.

Mosteiros es un pueblo de 1200 habitantes encargados de la agricultura y la pesca. Esta isla no es de turismo masivo, hay pocos sitios donde poder comer y hospedarse, por lo que es fundamental que os mencione unos pocos sitios clave para comer. En el caso de este pueblo comimos en un bar restaurante donde puedes comer platos combinados al estilo de la isla, de forma buena, bonita y barata. Se llama Brisa do mar y se encuentra cerquita del mar.

Si quieres bajar la comida y conocer el pueblo, lo mejor es dar una vuelta por su costa y perderte por sus calles de casas coloridas. No verás mucha playa donde bañarte pero siempre lo podrás hacer en las piscinas naturales creadas entre las rocas.

El siguiente punto a visitar es uno de los más curiosos de vivir en la isla, este sitio es Ponta da Ferraria. Tras bajar por unas sinuosas cuestas hasta acercarnos al mar, encontraremos el Spa de Ferraria. Estas termas son de pago pero unos metro más abajo siguiendo un sendero de maderas en el suelo, llegaremos hasta una piscina natural. Tras bajar por sus escaleras y tocar el agua marina sentirás una sensación extraña. Bañarte agarrado a una cuerda para que las olas no te arrastren, mientras en una pierna puedes sentir una corriente de agua fría y en la otra una corriente de agua caliente. Una atracción natural que seguro que disfrutarías durante un largo rato.

A este lado de la isla no queda mucho más interesante que ver, así que proseguiremos nuestro camino del centro de la isla hacia el este. Como he dicho anteriormente, la característica principal de esta isla son los lagos, así que cojamos el coche para ver los siguientes.

El estratovolcán de Fogo se encuentra en el centro de la isla. Tiene una caldera de unos 3 km de diámetro. La última erupción de este volcán se produjo en 1564 y ahora en su lugar encontramos el lago de Fogo.

Según asciendes por la carretera que te lleva al lago, podrás divisar parte de la línea de costa sur.

Mientras realizas una parada en una de las partes más altas de ese ascenso, podrás quizás ver cómo descienden amantes del parapente desde el punto más alto de la montaña.

Incluso podrás ver en lago de Fuego casi en su máxima extensión.

Lo tendrás más cerca en cuanto bajes la carretera y pares en su mirador. Desde él, además podrías hacer una excursión a pie hasta su base.

Otro de los lagos, este pequeño pero encantador, es el lago Congro. Lo bonito de este lago es que está muy escondido entre una vegetación que te pueda recordar al Parque Jurásico. El punto desde el que se divisa el lago es un área pequeña, pero merece la pena sobre todo por el descenso entre esa espesa vegetación.

El acceso a este sitio está un poco escondido y es que es curioso como puede converger un prado liso con vacas con un hoyo que te introduce al jurásico.



Tras este pequeño paseo, ponemos rumbo al tercer estratovolcán. Este es el de Furnas, que ha conocido dos erupciones en época histórica, en 1440 y 1630. La última produjo la muerte de unas 200 personas. Actualmente es un lugar donde acuden muchos turistas ya que es bastante peculiar.

No es sólo un bonito y calmado lago, si no que en su interior desprende aún calor volcánico. Esto se ve reflejado en lo que llaman caldeiras. No es ni más ni menos que emanaciones de azufre y agua hirviendo. Aviso de que este sitio oler, no va a oler a rosas precisamente.

Aun así, este sitio es muy importante para los hosteleros del pueblo de Furnas, ya que gracias a la temperatura que hay cercana a la superficie, pueden cocinar sus platos más famosos. Cada uno tiene su propio hoyo donde meter una olla que caliente su cocido característico. Además el agua con azufre a pesar de no verse potable, la usan para cocinar y realizar tes, así como otras bebidas del lugar.

A pesar de este olor a huevo podrido y un suelo caldeado, está rodeado de gatos y patos que buscan la comida de los turistas o quizás probar esa comida escondida bajo tierra.

En este sitio también puedes hacer una paradita donde descansar, observar el paisaje y cotillear sitios escondidos y abandonados con cierto toque artístico.

Muy cerca del lago, está la población de Furnas de apenas unos 1500 habitantes.

Es un buen lugar donde comer su cocido típico hecho de verduras, carne y arroz, calentado bajo tierra. Este sitio tiene tres puntos de interés. Uno de ellos es el Hotel Spa Terra Nostra Garden, donde podrás alojarte si lo que quieres es tranquilidad y relax. Otro de los sitios interesantes es su propio jardín botánico. Pertenece en parte al hotel, ya que tiene una piscina con agua termal de la zona, y en parte es público.

Por último, el sitio al que entrarás seguramente es la Poza de Doña Beija. Entrarás por ser uno de los puntos destacados de la isla, así como ser una forma bastante más barata de probar sus aguas termales que en el hotel anteriormente mencionado. Sus aguas son terapéuticas ya que están cargadas de hierro.

Además el calor que desprenden estas aguas geotermales y los contrastes de temperaturas, harán que tu cuerpo se relaje y acabe cargado de buenas sensaciones.


La primera de las piscinas va ayudándote a adaptar el cuerpo a estas altas temperaturas. Nada mas meterme dije "Uff qué caliente" a lo que me contestaron dos chicos que había metidos un poco más a delante, "Esa es la fría". Esta piscina era de 28º y la siguiente en la que estaban ellos era de 39º. Te puedes hacer una idea de la cara que pusimos todos los que hacíamos ese cambio de temperatura por primera vez. Las piscinas tiene además chorros y pequeñas cascadas que ayudan a mantener ese estado de relax muscular. Además la vegetación de alrededor y sentirse acogido en ese pequeño lugar, ayudado por los rayos del sol, llevan la relajación también al estado mental.

Visto esto vamos a seguir con las cascadas más destacadas de la isla.

La más cercana a Furnas es la de Ribeira, pero cuidado que está escondida entre dos túneles de una carretera que une Furnas con Ribeira Quente. Si vienen coches detrás de ti, es posible que te la pierdas, pero si no, pon el coche a 5km/h y disfruta de su caída en este escondido lugar.

No sólo vayas hasta allí por la cascada, ya de paso visita este pequeñísimo pueblo costero de Ribeira y báñate en su playa de Fuego. Además no se te ocurra irte sin hacer tu pirámide de piedras mientras pides un deseo y la dejes allí para que te dé buena suerte.

Otra cascada es la de Segredo y hay que realizar desde el poblado de Agua d'Alto, una pequeña excursión fácil entre la vegetación y el río que nos llevará a ella en pocos minutos.



Desde esta cascada puedes seguir ascendiendo hasta pasar por unas ruinas pintorescas de una antigua fábrica hidroeléctrica. Esta ruta no lleva más de media hora y es de una dificultad media. Hay que ir bien cargado de agua, ya que la humedad de la espesa vegetación dan mayor sensación de bochorno.

Siguiendo la ruta, aumentando la dificultad y las horas de trayecto, nos harían llegar hasta el lago de Fuego. Solo para auténticos aventureros.

Tras esta ruta, podrás relajarte en la playa de Agua d'Alto e incluso reponer fuerzas en su único bar-restaurante de oferta barata y sencilla. De esta playa no tengo fotos aunque es una de las mejores de la isla, pero sí tengo una curiosa imagen que nos ayuda a concienciarnos sobre nuestros malos hábitos. Básicamente nos invitan a recoger nuestra mierda y nos ofrecen ceniceros para que los fumadores usen. Se encuentran en un tablón situado nada más bajar por su rampa para que lo veas de frente cuando te vuelvas a ir.

Otra de las cascada que proviene del lago de Fuego, es el salto de Cabrito, justo al otro lado de la isla. Este se encuentra en la parte norte, mientras que la de Segredo se encuentra en el sur. A esta cascada llegas según desciendes del lago por carretera y puedes llegar y aparcar a pocos metros de sus aguas. Es un sitio pequeño pero bonito, sobre todo al ver que es un salto de agua alto y que parece sacado de un escenario de Tomb Rider donde Lara salta desde lo más alto.



Ya que pasamos a la cara norte de la isla, vamos rumbo al salto da Farinha. El acceso a este sitio es mediante una carretera asfaltada bastante inclinada, Por lo que si no tienes un coche adecuado o no te atreves a subir esas cuestas, será mejor que lo dejes arriba en el mirador y que bajes andando. Abajo podrás encontrar una playa y un jardín cuidado con zona de descanso para comer. Si atravieses este jardín siguiendo un sendero con alguna escalera y cuestas, llegará a divisar el salto. Pero sólo será merecible el paseo si es seguro que cae agua en abundancia. Cuando fui yo, sólo caía un hilo de agua en comparación con la cantidad que bajaría por ahí en condiciones normales




Muy cerquita de esta está el Parque Natural dos Caldeirões. Este sitio es bastante llamativo y tiene la cascada más bonita de las que vi, junto con la del Cabrito. No puede faltar en tu itinerario de la isla ya que es una fiesta de colores, sonidos y olores para tus sentidos.


Una de las imágenes curiosas de este sitio, fue verle unos cuerno a una palmera, lo que te pueda recordar al Jurásico. Parece como si ese sitio se hubiera quedado congelado en el tiempo durante eones.


La última de las cataratas de la que voy a hablar es una que se encuentra en el Jardín Botánico de Ribeira do Guilherme. Es un pequeño jardín botánico que se encuentra bajo una curva de una carretera que conecta Nordestinho con Pedreira, por lo que hay que estar muy atento para no pasártelo. Está muy bien cuidado y tiene su encanto aunque sólo vayas para estar unos pocos minutos.

Esta carretera que te lleva a este lugar, es aquella que da la vuelta a la isla y mediante la cual, podrás encontrar varios miradores al mar donde hacer una buena parada para descansar y admirar el paisaje.

Uno de ellos es el mirador Ponta do Sossego que se encuentra en la cara este de la isla.

Otro de los miradores, este situado en el sur entre Caloura y Ribeira Chã, es Miradouro do Pisão.

El último del que quiero hablar es uno situado al norte y este era un punto para divisar ballenas. Desde sus puestos creados en las montañas, veían cuando las ballenas llegaban a sus costas. De esta forma sabían cuando sacar sus barcos balleneros para ir a cazarlas en busca de su carne y preciada grasa.

Y si te gusta hacer deporte o entretenerte en una especie de pista Americana, aquí hay una muy curiosa.

Por último os voy a contar uno de los sitios al que muy probablemente vayas, ya que es uno de los más llamativos de la isla. Este sitio es la Isla de Vila franca do Campo, y hasta ella se llega desde el pueblo con el que comparte nombre.

Por unos poco euros te darán un viaje en barco hasta la isla donde te soltarán por el tiempo que quieras, eso sí, no te olvides de coger el último bote de vuelta si no te quieres quedar tirado en esa pequeña isla desierta.

Salen los barcos cada hora entre las 10 y las 18h. Es una zona protegida por lo que tiene un aforo y con la cual tendrás que tener mucho cuidado con no dejar tu mierda esparcida o realizar cualquier daño a la naturaleza del lugar. El acceso a esta zona se realiza entre los meses de Junio y mediados de Octubre.

En esta isla lo único que podrás hacer, es tomar el sol, bañarte y hacer snorkel que es la principal atracción de la isla. Cuando regreses al puerto, el capitán del barco te dará una vuelta por la cara sur para que puedas observar la cara oculta y sus impresionantes y escarpadas paredes.

En el puerto hay además varias empresas encargadas de actividades que puedes realizar en el agua, como visionado de ballenas y delfines.

Curiosidades:

Como puedes observar los jardines y plantas están muy bien cuidados, pero no sólo en sitios concretos, si no en toda la isla. Parece de hecho como si la isla fuera un inmenso jardín privado. Probablemente uno de los principales puestos del funcionariado de Sao Miguel, sea el de jardinero.

Recuerda que es la Isla Verde aunque el lila también la inunda gracias a que la hortensia es su principal flor y hay millones de ellas a lo largo de toda la extensión de tierra, sobre todo al borde de las carreteras. A mediados de septiembre empiezan a decaer.

¡Mira un bonito caballo viviendo en libertad! Sí, pero ¿cuál es el animal principal de la isla? la vaca. Hay miles de ellas y hay muchas más que habitantes en toda la isla. Viven perfectamente en estas grandes praderas.


La isla no es grande pero su tiempo es muy cambiante y diferente en cada parte. Puedes despertarte con un cielo nublado, subir a las montañas con niebla y encontrarte al bajar por el lado contrario con un sol radiante. Si viajas con niebla espesa... ¡cuidado! o podrías encontrarte por la carretera con una vaca de frente. Eso mismo nos pasó con un grupo de vacas que venían y las cuales las más despistadas se acojonaban al ver un coche de frente en vez de el culo de una compañera.

Y hasta aquí nuestro viaje por Sao Miguel.

Espero que sigas viajando con Alane ;)






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