Viljandi
- Natalia Hermoso Martínez
- 13 mar 2017
- 3 Min. de lectura
Buenas de nuevo amigos!!
En el anterior blog viajamos a la isla de Saarema, la isla más grande de Estonia y esta vez nos paseamos por Viljandi una pequeña localidad del país.
En este sitio estuvimos pocas horas ya que estaba en medio de nuestra ruta de vuelta a Tartu. A pesar de ello, esta población de apenas 20.000 habitantes merece una entrada propia. Esto se debe a que me enamoré de este sitio a primera vista convirtiéndose así en mi lugar favorito del país.
Viljandi es reconocida como ciudad desde 1283 y se sitúa a menos de 80 km de Tartu.
Nada más aparcar, pasamos por delante de una de esas casas estilo Pipi Calzaslargas. No es el único estilo de construcción de casas pero es uno de los más usados y el más llamativo para aquellos que no estamos acostumbrados a ver este tipo de casas nórdicas de madera.

Lo que más me gustó de este lugar era el hecho de estar completamente rodeado de naturaleza. De echo paramos para ir directamente a un gran parque donde encontrar maravillosos tesoros entre su verdor y unas magníficas vistas desde su colina.

Entramos por la calle Tasuja Puiestee donde encontramos junto a esta maravillosa estampa de un puente de madera, la Iglesia de San Juán a la izquierda y la estatua a caballo de Johan Laidoner (Comandante en Jefe del Ejército estonio) a la derecha.

Frente a la mirada de la estatua nos encontramos un bonito y sencillo anfiteatro. Esta ciudad es famosa por su festival de música folclórica realizado en Julio. Este festival se organiza desde 1993 durante cuatro días con más de 100 conciertos por toda la ciudad sobretodo en las ruinas del castillo que veríamos unos metro más adelante.

Continuamos recorriendo los bonitos senderos del parque hasta encontrar las ruinas del castillo. En sus ruinas están montados un tablado para las actuaciones así como numerosos bancos donde poder sentarse cientos de personas. Nosotros nos sentamos para ver a nuestro amigo Germán cantando un trozo de una ópera. Así nos imaginamos como sería disfrutar de un concierto de su famoso festival.

Frente aquella maravillosa estampa, había una aún mejor. Una belleza de lugar que te hacía querer quedarte para poder recorrer los alrededores y navegar sus aguas sin cansarte. No se puede describir la vista y la sensación con palabras, así que mejor mira y juzga por ti mismo.


Desde la colina del castillo puedes ver el Lago Viljandi donde realizan diferentes actividades acuáticas, así como disfrutar de las vistas de parte de la ciudad.
Lo bonito del parque además son los mini valles creados al parecer por el agua del deshielo, agua que finalmente acabaría en su lago. Estos mini valles se atraviesan mediante llamativos puentes, y por uno de ellos salimos finalmente de este maravilloso lugar.
Nada más salir nos encontramos un curioso edificio, el centro de arte Kondase Keskus. Dicho centro está dedicado sobretodo a uno de los más conocidos artistas de Estonia, Paul Kondas. De una de sus pinturas "Comedores de fresas" surgió la idea de poner por la ciudad siete fresas gigantes cuyo rabo nos indica en qué dirección está este edificio. Una curiosidad que le da un toque más bello a la pequeña Viljandi.

Continuando por la calle Lossi y justo antes de marcharnos, nos encontramos la estatua de Johann Köler otro de sus pintores más famosos y uno de los encabezadores del levantamiento del país. Dicha estatua se encuentra a un lado de la Plaza del Ayuntamiento.

La plaza del ayuntamiento a pesar de que no estuvimos en ella por poco, si tienes la posibilidad de ir, ve sin duda. Un bonito parque rodeado de edificios antiguos y bajos, entre ellos el ayuntamiento o un museo. Parece sacado de una escena de serie americana. Su gran encanto está en su torre mirador, donde parece que se va a asomar Rapunzzel para pedir ayuda lanzando su larga trenza. Puedes darte un paseo virtual pinchando aquí a través de Google Maps.
Y hasta aquí nuestro viaje fugaz por este maravilloso lugar donde espero poder volver algún día para poder pasar algunos días entre sus calles y naturaleza.
Nuestra siguiente parada será la famosa Tallin a unos 200km de Tartu.
Espero que sigáis viajando con Alane ;)
Comments